Dentro de las primeras 24 horas de ocurrido y dado que pone en riesgo la salud del alma, notifico que el republicanismo súbito de nuestra directiva profesional y su horizontalidad sin barreras o juicio político, pone un signo de interrogación en la capacidad de nuestra organización para aportar a la salud colectiva.
Mientras los directivos de salud usan la amenaza de despido a los honorarios que trabajaran esforzadamente en pandemia (no digo arriesgaron la vida porque sabemos que las calculadoras de los estadísticos oficiales siempre aproximan a la centena superior) y ponen metas imposibles apuntando a las cabezas como en un film de von Triers, este gesto provoca al menos mi disidencia pública.