Siete son los hermanos pobres del cambio climático. Como buena familia no privilegiada es numerosa:
1. Biodiversidad
2. Pueblos originarios
3. Tóxicos
4. Guerra
5. Alimentación
6. Ideas modernas
7. Economía política
En una medición de revistas científicas y medios escritos de USA, Canadá e Inglaterra, entre 1991 y el 2016, comparando las investigaciones sobre cambio climático con las de biodiversidad, se pudo cuantificar que el año 2006 se produjo una separación de las publicaciones entre ambas líneas y también los fondos asignados, en que las primeras duplican a las segundas, Pero, en promedio en los medios, la cobertura es 3.3 veces mayor, aunque el 2016 fue más de 8 veces mayor (Legagneux et al., 2018)
Pero biodiversidad es incluso el hermano privilegiado en esta lista. Los tóxicos son quizás uno de los miembros más olvidados. No sólo los agrotóxicos, con los pesticidas como sus miembros más conocidos, sino la farmacología humana y animal, la industria petroquímica, la extractiva y la alimenticia. Productos letales, cancerígenos, disruptores, neurotóxicos, nefrotóxicos, irritantes pulmonares. Una larga lista de sustancias y efectos. Imposible de memorizar. Pero al menos de considerar.
El acorralamiento de los pueblos originarios también es un componente poco evaluado y analizado del cambio climático. Las tierras comunales en manos de estos pueblos poseen mayor biodiversidad y son una promesa de conservación de ecosistemas. Las prácticas originarias de alimentación y existencia, son un cúmulo de saberes ecosistémicos y conservacionistas.
El cuarto hermano es la guerra. La producción destada para la guerra y sus productos aniquiladores, pero también las prácticas jerárquicas y aterrorizadoras, el disciplinamiento forzado, las alambradas.
En quinto lugar la práctica moral y nutritivamente tóxica de comer carne, con sus efectos de gases invernaderos sobre el planeta y la biodiversidad (Willett et al., 2019). Un 30 % de las emisiones de CO2 provienen de este origen.
En sexto lugar, las ideas propaladas por occidente como monoteísmo, contrareligiones, dicotomías y oposiciones antagónicas, dualidades excluyentes, la desvalorización de los hechos, una epistemología descarnada y deslocalizada, representan una fuerza intelectual primordial en el cambio antropocénico que vivimos.
Finalmente, reconocemos en esa indisoluble unidad de política y economía, conformada en los siglos XVIII y XIX y de increíble vigencia hoy. No hay una economía desligada de las instancias de gobierno. Antropoceno es el efecto de una economía política para el antropoceno, crecimiento, recursos, mercados, indicadores económicos, articulados en una maquinaria de gobierno de resultados oscuros. Una fuerza poco visible, pero relevante como agente del cambio climático.
Referencias
Legagneux, P., Nicolas Casajus and, Kevin Cazelles and, C. C., Chevrinais, M., Guéry, L., Jacquet, C., Jaffré, M., Naud, M., Noisette, F., Ropars, P., Vissault, S., Archambault, P., Bêty, J., Berteaux, D., and Gravel, D. (2018). Our House Is Burning: Discrepancy in Climate Change vs. Biodiversity Coverage in the Media as Compared to Scientific Literature. Front. Ecol. Evol., 5(1):1–6.
Willett, W., Johan Rockström, B. L., Springmann, M., Lang, T., Vermeulen, S., Garnett, T.,Tilman, D., DeClerck, F., Wood, A., Jonell, M., Clark, M., Gordon, L. J., Fanzo, J., Hawkes,C., Zurayk, R., Rivera, J. A., Vries, W. D., Sibanda, L. M., Afshin, A., Chaudhary, A., Herrero, M., Agustina, R., Branca, F., Lartey, A., Fan, S., Crona, B., Fox, E., Bignet, V., Troell,M., Lindahl, T., Singh, S., Cornell, S. E., Reddy, K. S., Narain, S., Nishtar, S., and Murray,C. J. L. (2019). Food in the anthropocene: the eat-Lancet commission on healthy diets from sustainable food systems. Lancet, 6736(18):31788.