Fitz-Roy secuestra a un yagán en caleta wullaia. Lo suma a tres onas que ya había capturado y emprende regreso hacia Inglaterra en el Beagle. En su estadía en Montevideo son vacunados. Repetida la operación inmunológica en Inglaterra, produce la muerte de uno de los onas, al que llamaban Boat Memory.
La operación civilizatoria tuvo inconvenientes y el almirantazgo acepta financiar un nuevo viaje exploratorio, que circunnavegará durante 5 años y además permitirá a Fitz-Roy devolver a los tres sobrevivientes, en un plan evangelizador que fracasará.
Ese 11 de mayo es como un torbellino que aglutina y condensa nuestra indianeidad y sus pesares, sus colonialismos y nuestras subordinaciones.
Habría que levantarla un poco más alto en la memoria.