Esta madrugada fue posible mirar al sol al menos una hora después del levante. Los humos han llegado hasta la zona central.
Hace algunas semanas la región metropolitana tuvo su primera emergencia ambiental en verano.
Los humos invisibles han vuelto a dar paso a los visibles.
Miremos a través de ese mismo humo el sol de nuestros periódicos on line. Nos cuentan que el gobierno subsidió en 2.600 millones de dólares el uso de combustibles fósiles durante el 2022. Carabineros ha detenido al supuesto autor de los incendios. No son las petroleras, no es el calentamiento global, no son las hectáreas de pastizales, el desmantelamiento de CONAF, sino un anciano de 73 años que usó un esmeril eléctrico mientras reparaba un portón.
En esa misma luminosidad vemos los llamados a seguir creciendo, a seguir apostando a la economía, al desarrollo.
Fanfarria mayor para encantar con una nueva constitución, insistir en los speech acts y el rol performativo de las palabras. Por supuesto entre alambre de púas.
Nunca una élite dirigente fue más incapaz para mirar el sol de frente. Aunque los humos de los fuegos la acosen.